Tuesday, November 12, 2013

DEATH WITH HIS TEACHER (PHOWA HAS GOOD RESULTS)


Javier Geigner was the life of the Buddhist Center in Lima where he lived, for many years. He answered the phone, opened the door, taught the different meditations to newcomers, and was well loved by all. Being blind was no problem for learning. His friends would get for him different conferences of Lama Ole, and he would listen to them over and over. Then he would say ten minute eggs based on what he would hear. He was very keen in practice, and he was almost finishing Ngnondro when Lama Ole came to Lima and told him:”Javier, you are a great Yogui.” That he told him in private, otherwise it would have awakened some people´s envy. That time he also told him “You and I will always be together.” In the months that followed we would find out how true that would come out to be.

By 2010 I first noticed he was losing weight. We checked this and planned a diet that would make him gain weight. Then in January 2011, he told me he had a pain in his lower back. I took him to the doctor. The X=rays showed some scoliosis, so we thought that was that. Later since the pain continued, I took him to my acupuncturist. After a month of treatment with no good results, she told me we had better take him for a general checkup.

We did and after a long week having all sorts of tests, we found out he had a very big tumor in his left lung: it was cancer. Javier had smoked one pack of cigarettes a day for more than fifty years, and he had always known that could happen to him. Even lama Ole had asked him to quit smoking so he could live longer. Needless to say, he started a treatment after a positive biopsy.

Lama Ole came to Lima and we had a retreat in a hotel in Miraflores. We had morning and afternoon sessions, but people slept in their homes or their hotels. By then Javier was in so much pain he stayed in the Center and listened to the sessions by Skype. Finally one afternoon he made an effort and went. As we were leaving, as soon as we reached the street, he lighted a cigarette and I was really upset by that.

The other people living in the Center were very respectful and put up with his coughing and fading strength as he got chemotherapy. The time came when I got an early morning call from Javier. He didn´t want to wake me up, but he thought he was bleeding. I drove quickly to the Center and after calling his doctor and making him a blood test, I took him to the hospital. That was on a Wednesday morning end of August. He had been feeling better the two previous days. We had been making plans for the following days. He wanted to write a letter to Lama Ole, and another to the Sangha who were being so nice to him.

In Europe, Monday of that same week Lama Ole had a dream about Lima Peru. He told that to Natalia, and both thought something might happen to Javier. Lama Ole asked Natalia to call Alfonso here in Lima and have him arrange communication by Skype for Lama Ole with Javier. He had something to tell him. Alfonso had something important to do and forgot all about it. He would soon be sorry.

Javier was bleeding internally. By Thursday he was very ill. The doctor told me he may die. Friday morning he was taken to Intensive Care. Carmen had come to keep us company bringing a bag I needed. We were having coffee when he died. As we went to the floor where he had been I was told to go to the doctor´s office. We rushed down several floors down the stairs and went into his office. There he told me Javier had passed away. I called Sonia, his first wife and also his nephew. Carmen called the Sangha. Lama Ole found out about it half an hour after Javier had died. As generous as always, he wanted to help him and looked for him in Bardo, but he was nowhere to be found. Lama says he had gone straight to Dewachen. He had allowed us to have Javier´s wake in his room in the Center. As we gathered round him to meditate, we could sense there was no energy there. Later one of his daughters arrived from Argentina. I took her inside the room and she also sensed there was no one in the room but us two.

We cremated Javier on Sunday morning. All the Sangha attended. That evening I had a dream. I was in a place where there was a Gompa. They wouldn’t let me in, but I could see Javier sitting in a garden in the sun. He was smoking. Then they all gathered in the gompa to recite mantras. I could hear the most beautiful masculine voice singing a sadhana. As I woke up and sat in bed I could still hear that voice. I will never forget it. I was nor the only one to dream about Javier in a gompa. Other people also did. Javier had another daughter who lived in Madrid. She later came and took the urn with his ashes to Karma Guen in Malaga, as Javier had wished.

Now, how could Lama Ole be so close to Javier he could sense something might happen to him? Javier had done several Phowas and he had taken Buddhist practice very seriously. He had even met Karmapa and had a very moving exchange of words. So if you are a good practitioner you can even skip Bardo. I have had a few dreams with messages from Javier. All I can tell you is he is having a great time. I guess all it takes is a great teacher and a good student to go straight to Dewachen.

You can see Lama Ole´s yearly schedule in the internet. So when is the next Phowa near you? Don´t miss it!

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LA MUERTE CON SU MAESTRO


Javier Geigner le daba vida al Centro Budista Camino del Diamante en Lima, donde vivió por ocho años. El contestaba el teléfono, abría la puerta, enseñaba a los nuevos las distintas meditaciones; y era muy querido por todos. El ser ciego desde los cincuenta y tantos  no era un problema para que el aprendiera. Sus jóvenes amigos le conseguían distintas conferencias grabadas de Lama Ole Nydahl y él las escuchaba una y otra vez. Luego solía hacer charlas de diez minutos basado en lo que había escuchado.
Javier era muy aplicado en su práctica diaria y estaba casi terminando en Ngnondro (Prácticas Preliminares) cuando Lama Ole vino a Lima y le dijo: “Javier, eres un gran Yogui.” Esto por supuesto se lo dijo en privado, porque si no hubiera despertado la envidia en algunos. Esa vez también le dijo “You and I, we shall always be together” (Tu y yo siempre vamos a estar juntos.)En los meses siguientes averiguaríamos cuán cierto eso podía resultar.

Por el año 2010, me di cuenta que Javier había perdido peso. Lo comprobamos con una balanza y planeamos una dieta rica en calorías que le hiciera engordar. Luego en enero del 2011, me comentó que tenía un dolor en el lado izquierdo de la espalda. Lo llevé al doctor. Las radiografías mostraban una leve escoliosis y entonces pensamos que eso era todo. Como el dolor continuó, lo llevé  a mi acupunturista. Después de un mes de tratamiento sin buenos resultados, la doctora me dijo que sería mejor hacerle un chequeo general. Eso hicimos por mayo y después de una semana de someterlo a todo tipo de pruebas  le encontraron un tumor muy grande en el pulmón izquierdo: era canceroso.

Javier había fumado una cajetilla diaria de cigarrillos por más de cincuenta años y siempre había sabido que esto le podía ocurrir. Hasta Lama Ole le había dicho: “Deja de fumar amigo, vivirás más tiempo.” Demás está decir que comenzó un tratamiento después de una neumonía y una biopsia que dio positivo.

Lama Ole vino a Lima y tuvimos un retiro en un hotel de Miraflores. Teníamos sesiones por la mañana y por la tarde. La gente se iba a dormir a sus casas o cuartos de hotel. Por ese entonces Javier tenía tanto dolor que se quedó en el Centro y escuchaba las sesiones vía Skype. Finalmente una tarde hizo un esfuerzo y llegó allá. Al momento de retirarnos, apenas llegamos a la vereda delante del hotel, prendió un cigarrillo y me molesté mucho por eso. Más adelante dejaría de fumar. Las otras personas que vivían en el Centro eran muy respetuosas y toleraban el ruido de su tos y que le disminuyeran las fuerzas como resultado de la quimioterapia. 

Llegó el día en que recibí una llamada de Javier muy temprano. No me quería despertar, pero pensaba que estaba sangrando. Manejé con rapidez al Centro y después de hablar con su doctor y hacerle una prueba de sangre lo llevé al hospital. Eso fue una mañana de un miércoles a finales de agosto. El se había sentido mejor los días previos. Habíamos hecho planes para los siguientes días. El quería escribirle un correo a Lama Ole y otro a la Sangha( el grupo de practicantes) los cuales habían sido tan buenos con él. Estando sus dos hijas fuera del país, ellos habían sido como una familia para él.

En Europa, el lunes de esa semana lama Ole soñó con Lima, Perú. Se lo contó a Natalia Rivas y ambos pensaron que algo le sucedía a Javier. El martes, Lama Ole le pidió a Natalia que contactara a Alfonso en Lima para que concertara una comunicación por Skype con Javier. El lama quería hablar con él. Alfonso tuvo algo urgente que hacer y se olvidó del encargo. Pronto se arrepentiría.

Javier estaba sangrando internamente. El jueves estaba ya muy grave. El doctor me dijo que podía morir. El viernes por la mañana temprano lo toqué y estaba helado. Lo llevaron a cuidados intensivos. Carmen, una compañera del Centro había venido a la clínica a acompañarme y a traerme un maletín que necesitábamos. Estábamos las dos tomando café en la cafetería cuando Javier murió. Sin saber nada subimos al piso y me dijeron que fuera al consultorio del doctor. Bajamos rápidamente varios pisos por las escaleras y entramos .Entonces me dijo que Javier había fallecido.

Llamé a Sonia, su primera esposa para que le avisara a su hija mayor, y también a su sobrino. Al rato me llamó Sammy, la otra hija desde Buenos Aires. Carmen le avisó a la Sangha. Lama Ole se enteró que Javier había muerto, media hora después. Con su generosidad habitual, el lama lo quiso ayudar en ese trance y lo buscó en el Bardo (estado intermedio después de la muerte), pero no lo pudo encontrar. El lama dice que Javier se fue derecho a Dewachen (Paraíso). Nos permitieron velar a Javier en el que había sido su cuarto en el Centro. Cuando nos sentamos todos alrededor del ataúd podíamos sentir que no había energía alguna. Nos reunimos a hacer el ritual del Phowa por él, pero no era necesario. Más tarde llegó Sammy de la Argentina. La hice entrar a la recámara y ella también sintió una gran ausencia. Solo estábamos las dos. Para los Tibetanos el alma permanece en el cuerpo a la altura del corazón por tres días después de muerta la persona. En los velorios normales hay una “presencia”.

Cremamos a Javier el domingo por la mañana. Todos los amigos y practicantes acudieron. Esa noche tuve un sueño: yo estaba en un lugar donde había un templo. No me dejaban entrar, pero podía ver a Javier sentado en el pasto de un jardín bajo el sol. ¡Estaba fumando! Luego todas las personas que estaban allá entraron al templo y empezaron a decir mantras. Pude escuchar la voz masculina más hermosa cantando una sadhana. Cuando me desperté y me senté en la cama podía todavía escuchar la voz maravillosa. Nunca la podré olvidar. Yo no fui la única en soñar con Javier diciendo mantras en una Gompa (templo). Otras personas cercanas también lo hicieron.

Javier tenía otra hija, la cual vivía en Madrid. Ella vino después y se llevó la urna con sus cenizas a Karma Guen, un lugar de retiros budista cerca de Málaga. Allí hay un templo muy grande y viven algunos lamas tibetanos. Allí vivió varios años el lama Mipham, padre del Karmapa Thaye Dorje. Descansar allí era lo que Javier hubiera querido.

Ahora ¿Cómo Lama Ole pudo estar tan cerca de Javier que presintió que algo le iba a pasar? Javier había hecho varios Phowas ( el primero en 2002) y tomaba su práctica con mucha seriedad. Hasta había viajado a Karma Guen a conocer al Karmapa Thaye Dorje y había tenido un intercambio de palabras muy emocionante. Entonces, si eres un buen practicante ¿te puedes saltar el Bardo?

He tenido otros sueños con mensajes de Javier. Solo les puedo decir que la está pasando muy bien. Creo que toma un gran maestro y un buen discípulo para ir directo a Dewachen. Lama Ole Nydahl tiene su agenda anual en internet. ¿Cuándo será el próximo Phowa? Habría que averiguarlo.

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