As Eduardo translated we could hear “Ané, ané…”
Javier told me maybe it was an important word.
Finally we asked and it meant “…and then.”
Kenpho wanted to go to the movies to watch
“Star Wars” and Teté and I took him to Larcomar, a Mall overlooking the ocean,
where there was a movie theatre. As we were going down the stairs all eyes were
on Kenpho because of his clothing. A famous Venezuelan singer was also going
down opposite us and nobody noticed him!
Carlos’ brother also had a beach house and we
took Kenpho and Eduardo there for lunch one day.
Along with us came my daughter Stefanie with my
grandson Jose Alfredo, who was less than one year old at the time. He was a
holy terror and we had to chase him all over the place. Finally he was tired
and started crying. His mother held him but he wouldn’t stop. Finally Kenpho
came and held his little hand. The baby became quiet and fell fast asleep. We
took a picture of this and called it “his first connection”.
Eduardo, Kenpho and others played football in a
field nearby. They were young fellows and enjoyed it. We took some pictures.
Later after they had left we used Photoshop in a picture of Kenpho. In it his
arms were raised and it looked as if he was flying. We labeled it “Super
Kenpho” and we sent it to him.
Javier
went to Karma Guen in 2004, and he met Kenpho Karma Gnedon again. Later he
wrote to him. Kenpho was in Kham visiting his parents, and he answered back. This is
something about Dharma: you make friends and friendship holds no matter how far
they are or how many years go by.
Kenpho Karma Gnedon
llegó a Lima en 1999. Eduardo Herrera, un estudiante mexicano de KIBI (Karmapa
Institute) vino como su traductor. El venía a dar enseñanzas de “La Joya
Ornamental de la Liberación” de Gampopa. Reunimos un grupo de unas cuarenta
personas.
Mientras Eduardo
traducía podíamos escuchar “ané…ané”. Javier me dijo que quizás era una palabra
importante. Finalmente preguntamos y quería decir “..y entonces”.
Kenpho quiso ir al
cine a ver “La Guerra de las Galaxias” y Teté y yo lo llevamos a Larcomar, un
Mall con vista al mar donde también hay cines. Mientras bajábamos las escaleras
todos miraban a Kenpho por su vestimenta. Un famoso cantante venezolano también
bajaba opuesto a nosotros, pero ¡nadie
reparó en el!
El hermano de
Carlos también tiene una casa en la playa y allí llevamos a Kenpho y a Eduardo
a almorzar un día. Con nosotros vino mi hija Stefanie con mi nieto José
Alfredo, el cual tenía es ese entonces menos de un año. Estaba en una etapa
terrible y lo teníamos que corretear por todo el lugar. Finalmente se cansó y
comenzó a llorar. Su mamá lo cargaba, pero no paraba el llanto. Finalmente
Kenpho vino y le tomó la manito. El bebe se quedó tranquilo y se durmió
profundamente. Tomamos una foto de esto y la llamamos “su primera conexión”.
Eduardo, Kenhpo y
otros jugaron fútbol en un campo cercano. Eran jóvenes y lo disfrutaron.
Tomamos algunas fotos. Después que hubieron partido, usamos Photoshop en una
foto de Kenpho. Tenía los brazos alzados y parecía que volaba. La estiquetamos
“Súper Kenpho” y se la enviamos.
Javier fue a Karma
Guen en el año 2004 y se encontró con Kenpho de nuevo. Después de retorno a
Lima le escribió. Kenpho estaba en Kham visitando a sus padres y le respondió.
Eso tiene el Dharma: haces amigos y la amistad dura no importa cuán lejos estén
o cuántos años pasen.
Que joven se le ve a Javier, realmente es un honor tener la transmisión.
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