By the end of year
97 Teté was still in charge. Carlos was going to Europe for
Christmas holidays and would spend New Year’s Eve with Lama Ole and
Hannah.By then there was somebody new in the Sangha: Carlos shared an
office with a lady called Judith. Sha is very short and plump and has
a big smile.
Lama Ole said he
would come at the end of Januanry the following year. Since Carlos
was not going to be in Lima to do all that involves Lama’s coming
(spread the word, call people, find a suitable auditorioum etc.), he
asked Judith to do so. In December she got a job and was really busy
and she didn’t ask for help. Those were the times before the
Internet when you had to phone people to invite them to lectures. She
should have printed posters or brochures but she didn’t. When
Carlos came back to Lima two days before lama was coming only very
few people knew.
Judith had asked her
brother whos is a doctor, to lend us the auditorium he has in his
clinic.the problem was that it is located in a place that is very
hard to find. Though I drive in Lima, it took me and a friend a long
time driving around to find the place. The streets are not straight
but winding and it was well hidden.
When we got there,
Lama Ole was already there with Hannah, Tomek and Michaela. Only six
people came (including me). The Lama waited twenty minutes, and since
nobody else came, he decided we should go to the movies. Then and
there he decided we weren’t ripe enough and he did not come in year
99. Javier and other newcomers had to wait another year to meet him.
In year 99 there was
a Phowa in Colombia and Carlos, Judith, Cesar and two other ladies
went to see Lama Ole. By then Carlos was the director of our Sangha.
Lama Ole sensed things had improved and announced he would come in
year 2,000. Carlos cried with joy.
When lama Ole came
the following year we had a public lecture in Sheraton Hotel downtown
Lima,And we had more that 800 people attending. Ever since then Lama
Ole has never stopped coming every year except when Hannah was sick
before she passed away, and Lama Ole sent some travelling teachers
instead. For more that twenty years he has had the patience and the
generosityof coming every year. The result is a big Sangha and
Dharma groups in Piura, in Arequipa and in Iquitos in the Peruvian
Jungle. We are looking forward to Phowa in Peru again next year.
Al final del año 97
Teté todavía estaba a cargo. Carlos iba a Europa para las fiestas de fin de año
, e iba a pasar el año nuevo con lama Ole y Hannah. Por ese entonces había
alguien nuevo en la sangha: Carlos compartía una oficina con una señora llamada
Judith. Ella es bien bajita, llenita y tiene una enorme sonrisa.
Lama Ole había
dicho que iba a regresar a fines de enero del año siguiente. Como Carlos no iba
a estar en Lima para hacer todo lo que trae la venida del lama (pasar la voz,
telefonear a la gente, encontrar un auditorio apropiado etc.) el le pidió a
Judith que se encargara. Ella consiguió un trabajo en diciembre, estuvo muy
ocupada y no pidió ayuda. Esos eran los tiempos antes del internet cuando
tenías que telefonear a la gente para invitarlos a una charla. Tenía que haber
impreso afiches y trípticos, pero no lo hizo. Cuando Carlos regresó a Lima dos
días antes de la venida del lama muy poca gente sabía.
Judith le había
pedido a su hermano que es médico, que le prestara el auditorio de su clínica.
El problema es que está situada en un lugar muy difícil de encontrar. Aunque
manejo en Lima, nos tomó a mí y a una amiga mucho tiempo de dar vueltas hasta
encontrar el lugar. Las calles no eran rectas sino sinuosas y el lugar estaba
muy escondido.
Cuando llegamos
allí, lama Ole ya estaba allí con Hannah, Tomek y Michaela. Solo asistieron
seis personas (incluyéndome a mí). El lama esperó por veinte minutos y como
nadie más vino, decidió que nos fuéramos al cine. En ese momento pensó que no
estábamos listos y no regresó en el año 99. Javier y otros nuevos practicantes
tuvieron que esperar un año para conocerlo.
En el año 99 hubo
un Phowa en Colombia y Carlos, Judith, César y dos otras damas fueron a ver a
lama Ole. Ya para ese entonces Carlos dirigía la sangha. Lama ole comprendió
que las cosas habían mejorado y anunció que vendría en el año 2,000. Carlos
lloró de felicidad.
Cuando lama Ole
vino el año siguiente tuvimos una charla en el hotel Sheraton, en el centro de
Lima y tuvimos una asistencia de más de ochocientas personas. Desde entonces
lama Ole no ha dejado de venir cada año excepto cuando Hannah se enfermó antes
de morir y lama Ole envió unos maestro viajeros en vez. Por más de veinte años
el ha tenido la paciencia y la generosidad de venir cada año. El resultado es
una sangha grande y grupos de Dharma en
Piura, Arequipa, e Iquitos (en la selva peruana). Estamos esperando la venida
del lama el próximo año que se cumplen veinticinco años de su primera visita.
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