He
was a tall heavy set man with jet black hair and dark eyes who owned
the craziest house ever! To start, on top of the roof there was a
life size angel overlooking the garden. As you came in you had to
step inside a bronze wire pyramid to get to the front door and that
gave you a strange vibration in all your body. As you came in there
were Egyptian papyrus hanging on the walls as you entered a hall full
of symbols. On the coffee table of the living room there was an
offering to Yemanyá, a Brazilian goddess of the sea. The dining room
was full of dwarves and fairies.
The
Shaman was splendidly
generous and at parties there was lots of food. One evening with Lama
Ole, Hannah and Tomek he took us to a room full of costumes and we
all dressed up! Lama Ole dressed like a Viking of course, with a
helmet with horns. Diamond Way Buddhism was beginning to make itself
known in Lima and more and more people were attending Lama Ole’s
courses. One day in 1996 after Lama’s teachings we had one last day
to go to the beach.
We
chose “El Silencio” ( Silence), a nice beach 40 kilometers South
of Lima which had a big parking lot and lots of kiosks which sold
beer and seafood on tables close to the shore. Lama Ole had come with
a large entourage. Marie France was driving Lama Ole and Hannah in
her gold Peugeot. I was
driving Tomek and a German couple in my silver Toyota. All in all,
with Carlos Vega, Ricardo and the Shaman we must have been around 20
people.
We took a table in a kiosk and started eating and drinking. A group was sunbathing on the sand close to us. Tomek was there and I offered some suntan lotion but he declined. One tall young German guy pulled down his pants to put on his bathing suit, which shocked some ladies right in front of him. Here in Lima we change in changing rooms or bathrooms. Suddenly two travelling musicians showed up in front of us. One played the guitar and the other had drums while both sang. The Shaman who was a good host and prone to merrymaking hired the musicians and told them Lama Ole wanted to propose to Hannah, but he was shy, so they had to play very romantic music. They really made an effort and then someone told the Lama what was going on. He laughed and he and Hannah agreed all those years together had been like a honeymoon.- “Yes, like a honeymoon.” – said Hannah. Also when the musicians found out his name they started singing a soccer player’s song that had the word “Olé” in it. So we ate and took the sun and we drank beer and sang songs at the beach.
Suddenly Marie France exclaimed “My
handbag!” A small child had been standing close to us and we didn’t
notice, but the purse was stolen.
Gone was the handbag along with her money and the car keys! I went
with Lama Ole and others to the car to see if anything could be done.
The Peugeot had a special lock at the wheel, so even when the doors
were opened it couldn’t get started. So the only option was to go
to the road and get a tow-truck from the Touring Club. Off we went
Marie France and I in my Toyota.
Meanwhile the musicians kept on singing and our group kept on drinking. When we came back to the parking lot with the Touring Club tow-truck I could see our group dancing. It was near six o’clock and most cars had left and the parking lot had become a dance floor. I decided to join them while the people from the tow-truck did their job. Suddenly someone waved from a car. It was a High School classmate who was leaving the beach and was surprised to see me there dancing in the parking lot. I later explained to her that such is the Kagyu nature: joy. In the middle of a tragedy we were all having a good time.
The
musicians climbed on the back of the tow-truck and made it to
Ricardo’s house where they went on playing. When we found out he
handbag was stolen the Shaman had showed me a hundred dollar bill to
make me feel at ease. I suppose he paid them when it was time for
Lama Ole and friends to go to the airport. Tomek was not well: too
much sunshine so he had bad sunburn. He also had indigestion so his
trip to Miami was made feeling terrible. He slept all the way.
That
day was also the end of Hota as leader of our Sangha. After a problem
at Museo de la Nacion’s
auditorium (which Marie France had borrowed since she knew the
director) where Lama Ole gave a brilliant lecture, Ricardo La Serna
was asked by Lama Ole to lead the group.
Era un hombre alto y fornido con abundante pelo negro y ojos oscuros, dueño de la casa más especial que he conocido. Para empezar, encima del techo había una escultura de un ángel de tamaño natural (1.80 cm) mirando hacia el jardín. Entrando había que pasar por una pirámide de bronce para llegar a la puerta principal, y eso te hacía sentir una vibración especial en todo el cuerpo. En la pared del corredor de la entrada había papiros egipcios colgados y había muchos objetos simbólicos. Sobre la mesa de la sala había una ofrenda a Yenmanyá, una diosa brasileña del mar. En el comedor había muchas figuras de hadas y elfos.
El Chamán era
espléndidamente generoso y en todas sus reuniones sobraba la comida. Una noche
con lama Ole, Hannah y Tomek nos llevó a una habitación llena de disfraces y
todos nos disfrazamos. Lama Ole se vistió por supuesto, como vikingo con un
casco con cuernos. El budismo Camino del Diamante estaba empezando a hacerse
conocido y más y más gente asistía a los cursos
del lama.
Un día después de
haber tenido varios días de enseñanzas decidimos ir a la playa. Escogimos “El Silencio”, una linda playa 40 kilómetros
al sur de Lima , la cual tenía amplio parqueo y muchos kioskos que vendían pescado y cerveza en mesitas
cerca a la orilla. Lama Ole había venido esta vez con muchos acompañantes .
Marie France llevaba a lama Ole y a Hannah en su Peugeot dorado . Yo
llevaba a Tomek y a una pareja de
alemanes en mi Toyota plateado. En total con Carlos vega , Ricardo y el Chamán
habremos sido unas veinte personas.
Tomamos una mesa
delante de un kiosko y nos pusimos a beber cerveza y a comer. Un grupo
estaba tomando sol en la arena delante
de nosotros. Tomek estaba allí y yo le
ofrecí bloqueador solar, pero el no aceptó. Un joven alemán muy alto se bajó
los pantalones allí mismo ,para ponerse la ropa de baño, lo cual asombró a unas
damitas que estaban allí cerca. Acá en Lima nos cambiamos en privado.
De pronto dos
músicos ambulantes aparecieron. Uno tocaba la guitarra y ek otro tambores, y
ambos cantaban. El Chamán que era un buen anfitrión y tenía la costumbre de
fomentar la diversión contrató a los músicos y les dijo que lama Ole le quería
proponer matrimonio a Hannah, pero que era muy tímido ; y entonces ellos debían
de tocar música muy romántica.
Ellos hicieron un
verdadero esfuerzo y alguien le contó al lama lo que estaba pasando. El rió y
con Hannah estuvieron de acuerdo en que todos esos años juntos habían sido como
una luna de miel.”Si, como una luna de miel.”- dijo Hannah. También cuando los
músicos descubrieron su nombre se pusieron a cantar una canción futbolera que
dice : olé, olé olé olé.
Comimos, tomamos
sol, bebimos cerveza y cantamos en la playa. De pronto Marie France exclamó
“¡mi cartera!” Un niño pequeño había estado caminando cerca de nosotros y no
nos dimos cuenta, pero se habían robado la cartera con su dinero y las llaves
del auto. Fuimos con lama Ole y lo otros a ver si se podía hacer algo. El
Peugeot tiene un seguro de timón, entonces aunque se abrieron las puertas no se
podía arrancar. La única solución era salir a la carretera a conseguir la grúa
del Touring Club. Salimos Marie France y yo en mi Toyota. Mientras tanto los
músicos seguían cantando y el grupo seguía tomando. Cuando regresamos con la
grúa al parqueo pude ver a nuestro grupo bailando. Eran casi las seis de la
tarde y la mayoría de los carros habían partido. El parqueo se había convertido
en una pista de baile. Decidí unirme a ellos mientras los de Touring hacían su
trabajo. De un carro una amiga del colegio
me hizo adiós. Ella se estaba yendo y estaba asombrada de vernos
bailando en la pista. Después le expliqué que la naturaleza de los Kagyu es así: gozosa. En medio de una tragedia lo
estábamos pasando bien.
Los músicos ambulantes
se subieron en la grúa del Touring y así llegaron a la casa de Ricardo donde
siguieron tocando para beneplácito general. Cuando pasó oo del robo, el Chamán
me había enseñado un billete de cien dólares para tranquilizarme. Supongo que
les pagó a los músicos cuando llegó la hora que lama Ole y sus acompañantes
fueran al aeropuerto. Tomek no estaba nada bien. Había tomado demasiado sol y
tenía fuertes quemaduras. También tenía indigestión así que el vuelo a Miami lo
hizo en terribles condiciones. Durmió todo el camino.
Ese día también fue
el final de la dirección de Jota en nuestra Sangha. Después de un problema en el Auditorio del Museo de la Nación (el
cual habían prestado a Marie France porque conocía al director) donde el lama
dió una charla brillante, el lama le pidíó a Ricardo la Serna que liderara el
grupo.
No comments:
Post a Comment