Friday, August 3, 2012

AT THE BEACH WITH THE SHAMAN (EN LA PLAYA CON EL CHAMÁN)

He was a tall heavy set man with jet black hair and dark eyes who owned the craziest house ever! To start, on top of the roof there was a life size angel overlooking the garden. As you came in you had to step inside a bronze wire pyramid to get to the front door and that gave you a strange vibration in all your body. As you came in there were Egyptian papyrus hanging on the walls as you entered a hall full of symbols. On the coffee table of the living room there was an offering to Yemanyá, a Brazilian goddess of the sea. The dining room was full of dwarves and fairies.

The Shaman was splendidly generous and at parties there was lots of food. One evening with Lama Ole, Hannah and Tomek he took us to a room full of costumes and we all dressed up! Lama Ole dressed like a Viking of course, with a helmet with horns. Diamond Way Buddhism was beginning to make itself known in Lima and more and more people were attending Lama Ole’s courses. One day in 1996 after Lama’s teachings we had one last day to go to the beach.

We chose “El Silencio” ( Silence), a nice beach 40 kilometers South of Lima which had a big parking lot and lots of kiosks which sold beer and seafood on tables close to the shore. Lama Ole had come with a large entourage. Marie France was driving Lama Ole and Hannah in her gold Peugeot. I was driving Tomek and a German couple in my silver Toyota. All in all, with Carlos Vega, Ricardo and the Shaman we must have been around 20 people.


We took a table in a kiosk and started eating and drinking. A group was sunbathing on the sand close to us. Tomek was there and I offered some suntan lotion but he declined. One tall young German guy pulled down his pants to put on his bathing suit, which shocked some ladies right in front of him. Here in Lima we change in changing rooms or bathrooms. Suddenly two travelling musicians showed up in front of us. One played the guitar and the other had drums while both sang. The Shaman who was a good host and prone to merrymaking hired the musicians and told them Lama Ole wanted to propose to Hannah, but he was shy, so they had to play very romantic music. They really made an effort and then someone told the Lama what was going on. He laughed and he and Hannah agreed all those years together had been like a honeymoon.- “Yes, like a honeymoon.” – said Hannah. Also when the musicians found out his name they started singing a soccer player’s song that had the word “Olé” in it. So we ate and took the sun and we drank beer and sang songs at the beach.

Suddenly Marie France exclaimed “My handbag!” A small child had been standing close to us and we didn’t notice, but the purse was stolen. Gone was the handbag along with her money and the car keys! I went with Lama Ole and others to the car to see if anything could be done. The Peugeot had a special lock at the wheel, so even when the doors were opened it couldn’t get started. So the only option was to go to the road and get a tow-truck from the Touring Club. Off we went Marie France and I in my Toyota.

Meanwhile the musicians kept on singing and our group kept on drinking. When we came back to the parking lot with the Touring Club tow-truck I could see our group dancing. It was near six o’clock and most cars had left and the parking lot had become a dance floor. I decided to join them while the people from the tow-truck did their job. Suddenly someone waved from a car. It was a High School classmate who was leaving the beach and was surprised to see me there dancing in the parking lot. I later explained to her that such is the Kagyu nature: joy. In the middle of a tragedy we were all having a good time.
The musicians climbed on the back of the tow-truck and made it to Ricardo’s house where they went on playing. When we found out he handbag was stolen the Shaman had showed me a hundred dollar bill to make me feel at ease. I suppose he paid them when it was time for Lama Ole and friends to go to the airport. Tomek was not well: too much sunshine so he had bad sunburn. He also had indigestion so his trip to Miami was made feeling terrible. He slept all the way.

That day was also the end of Hota as leader of our Sangha. After a problem at Museo de la Nacion’s auditorium (which Marie France had borrowed since she knew the director) where Lama Ole gave a brilliant lecture, Ricardo La Serna was asked by Lama Ole to lead the group.





Era un hombre alto y fornido con abundante pelo negro y ojos oscuros, dueño de la casa más especial que he conocido. Para empezar, encima del techo había una escultura de un ángel de tamaño natural (1.80 cm) mirando hacia el jardín. Entrando había que pasar por una pirámide de bronce para llegar a la puerta principal, y eso te hacía sentir una vibración especial en todo el cuerpo. En la pared del corredor de la entrada había papiros egipcios colgados y había muchos objetos simbólicos. Sobre la mesa de la sala había una ofrenda a Yenmanyá, una diosa brasileña del mar. En el comedor había muchas figuras de hadas y elfos.


El Chamán era espléndidamente generoso y en todas sus reuniones sobraba la comida. Una noche con lama Ole, Hannah y Tomek nos llevó a una habitación llena de disfraces y todos nos disfrazamos. Lama Ole se vistió por supuesto, como vikingo con un casco con cuernos. El budismo Camino del Diamante estaba empezando a hacerse conocido y más y más gente asistía a los cursos  del lama.

Un día después de haber tenido varios días de enseñanzas decidimos ir a la playa. Escogimos  “El Silencio”, una linda playa 40 kilómetros al sur de Lima , la cual tenía amplio parqueo y muchos kioskos  que vendían pescado y cerveza en mesitas cerca a la orilla. Lama Ole había venido esta vez con muchos acompañantes . Marie France llevaba a lama Ole y a Hannah en su Peugeot dorado . Yo llevaba  a Tomek y a una pareja de alemanes en mi Toyota plateado. En total con Carlos vega , Ricardo y el Chamán habremos sido unas veinte personas.

Tomamos una mesa delante de un kiosko y nos pusimos a beber cerveza y a comer. Un grupo estaba  tomando sol en la arena delante de nosotros. Tomek estaba allí  y yo le ofrecí bloqueador solar, pero el no aceptó. Un joven alemán muy alto se bajó los pantalones allí mismo ,para ponerse la ropa de baño, lo cual asombró a unas damitas que estaban allí cerca. Acá en Lima nos cambiamos en privado.

De pronto dos músicos ambulantes aparecieron. Uno tocaba la guitarra y ek otro tambores, y ambos cantaban. El Chamán que era un buen anfitrión y tenía la costumbre de fomentar la diversión contrató a los músicos y les dijo que lama Ole le quería proponer matrimonio a Hannah, pero que era muy tímido ; y entonces ellos debían de tocar música muy romántica.

Ellos hicieron un verdadero esfuerzo y alguien le contó al lama lo que estaba pasando. El rió y con Hannah estuvieron de acuerdo en que todos esos años juntos habían sido como una luna de miel.”Si, como una luna de miel.”- dijo Hannah. También cuando los músicos descubrieron su nombre se pusieron a cantar una canción futbolera que dice : olé, olé olé olé.

Comimos, tomamos sol, bebimos cerveza y cantamos en la playa. De pronto Marie France exclamó “¡mi cartera!” Un niño pequeño había estado caminando cerca de nosotros y no nos dimos cuenta, pero se habían robado la cartera con su dinero y las llaves del auto. Fuimos con lama Ole y lo otros a ver si se podía hacer algo. El Peugeot tiene un seguro de timón, entonces aunque se abrieron las puertas no se podía arrancar. La única solución era salir a la carretera a conseguir la grúa del Touring Club. Salimos Marie France y yo en mi Toyota. Mientras tanto los músicos seguían cantando y el grupo seguía tomando. Cuando regresamos con la grúa al parqueo pude ver a nuestro grupo bailando. Eran casi las seis de la tarde y la mayoría de los carros habían partido. El parqueo se había convertido en una pista de baile. Decidí unirme a ellos mientras los de Touring hacían su trabajo. De un carro una amiga del colegio  me hizo adiós. Ella se estaba yendo y estaba asombrada de vernos bailando en la pista. Después le expliqué que la naturaleza de los Kagyu  es así: gozosa. En medio de una tragedia lo estábamos pasando bien.

Los músicos ambulantes se subieron en la grúa del Touring y así llegaron a la casa de Ricardo donde siguieron tocando para beneplácito general. Cuando pasó oo del robo, el Chamán me había enseñado un billete de cien dólares para tranquilizarme. Supongo que les pagó a los músicos cuando llegó la hora que lama Ole y sus acompañantes fueran al aeropuerto. Tomek no estaba nada bien. Había tomado demasiado sol y tenía fuertes quemaduras. También tenía indigestión así que el vuelo a Miami lo hizo en terribles condiciones. Durmió todo el camino.

Ese día también fue el final de la dirección de Jota en nuestra Sangha. Después de un problema  en el Auditorio del Museo de la Nación (el cual habían prestado a Marie France porque conocía al director) donde el lama dió una charla brillante, el lama le pidíó a Ricardo la Serna que liderara el grupo.


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