It
was April 1999 and Michaela had come. I was translating when a couple
entered Carlos’ apartment. It was Javier and a friend. He later
told us that everything he had heard that evening had seemed
familiar. He could only agree with what Michaela spoke. He started
attending our meetings and soon became a member of the group.
Manfred
came that winter, and Carlos proposed a retreat at his brother’s
house in Cieneguilla. Everyone was concerned about what we would
take, what we would eat, where we would sleep. Everyone was excited.
The house had several bedrooms, a nice living room and a large garden
to make barbecue. The Gozangha was worried about the music we would
play, someone had to bring a guitar, and also what to drink. Later in
the weekend when Manfred suggested several hours of Dorje- Sempa
Meditation , many just fled and only Javier, Carlos, a kid called
Edwin and I were left. Manfred had told them that for drinking he had
his buddies back home and that the Lama wanted us to practice.
Javier moved to San Bartolo, the seaside town South of Lima where we had taken Lopong Tsechu. Some time later he got blessing for having a Center in his Internet place. Michaela came to San Bartolo and gave us a retreat on Ngnondro. She told us we could be consumers of Buddhism or producers if we took things seriously. Javier did and by the time he passed away he had almost finished Ngnondro. Lama Ole told him once he was a very good yogui.
At
the end of the nineties Violeta and Carmen appeared. We greeted year
2,000 in Carlos’ apartment. The group was soon to grow. As new
people came others stopped coming. Carlos decided that on Thursdays,
which was the day for Meditation no alcohol would be served. The
friends moved the merrymaking to Saturdays.
Still
we were a group of friends and shared the good times and the bad
times. One member of the Sangha called me once and told me to put the
TV on and watch the news. I ran and saw that the son of a lady in our
group had been killed. She called him “Chopra” because he liked
yoga. Chopra had been in a taxi Downtown Lima. They had agreed on a
fare, but when they arrived to destiny turns out the taxi driver had
misunderstood and they were a block away. The man wanted one Sol more
for a block and Chopra
refused. They argued and Chopra was stabbed to death by the taxi
driver for one Sol. I rushed to the church where the wake was. We all
went to stay with the lady. It was her only son. I guess our Sangha
helped her during those difficult times.
As I have said before, we got together to greet the Second Milenium in Carlos’ apartment. It was a nice party as always. That same year my daughter Stefanie got married. Our Sangha attended the wedding and toasted with me for the newlyweds. One of the ladies in the Sangha was a nice seamstress and she made me a dress.
Our
Sangha behaved like family; and year round we celebrated Lama’s
coming and retreat as well as happy occasions like weddings and
birthdays, and made people company and gave them strength on sad
occasions. We would always do Phowa for deceased ones and Lama Ole
would be very helpful in those moments. Later on babies would be
born, little Buddhists who were welcomed with joy like Josephine
(Valerie’s little girl) or Leo (Alfonso’s boy). Each new member
of the Sangha has brought strength or expertise to help us. We now
have our own accountant, our own lawyer, a landscape gardener, an
architect and so on. We have been enriched by all.
To some people like Javier who was divorced and later lived in the Center, the Sangha were like his own family since both his daughters lived abroad. Some kids in the Sangha were like his own. Such is the Kagyu Sangha. Lama Ole says we have attachment and thus we are warm and joyful. In the case of the Gozangha we also made music and danced a lot.
Era abril de 1999 y
Michaela había venido. Yo la estaba traduciendo cuando una pareja entró al
departamento de Carlos. Eran Javier y una amiga. El nos dijo después que todo
lo que había escuchado esa noche le pareció familiar. El estaba de acuerdo con
todo lo que decía Michaela. El empezó a asistir a nuestras reuniones y se hizo
pronto parte del grupo.
Manfred llegó ese
invierno y Carlos propuso un retiro en casa de su hermano en Cieneguilla. Todos
estaban preocupados en qué llevar, en qué íbamos a comer, adónde
dormiríamos…Todos estaban emocionados. La casa tenía varios dormitorios, una
buena sala y un gran jardín con una parrilla. La Gozangha estaba preocupada en
qué música llevar, si llevaríamos una guitarra, y qué comprar de bebidas. Entrado
el fin de semana, cuando Manfred sugirió hacer varias horas de la meditación
Dorje Sempa (Mente de Diamante) muchos huyeron y solo Javier, Carlos, un chico
llamado Edwin y yo quedamos allí. Manfred les había dicho que para beber
alcohol tenía a sus amigos en casa y que el lama quería que practicáramos.
Javier se mudó a
fines del 2,000 al balneario San
Bartolo, adonde habíamos llevado a Lopong Tsechu. Algún tiempo después obtuvo
la bendición para tener un centro budista en su cabina de internet. Michaela
vino a San Bartolo y nos dio un retiro
de Ngnondro. Ella nos dijo que podíamos ser consumidores de budismo, o
productores si tomábamos las cosas en serio. Javier sí lo hizo y al momento de
morir casi había terminado en Ngnondro. Lama Ole le dijo una vez que era un
buen yogui.
Al final de los
noventas aparecieron Carmen y Violeta. Luego vendrían Rosa y Alfredo. Recibimos
el año 2,000 en el departamento de Carlos. El grupo iba pronto a crecer. Unos
nuevos vinieron y otros dejaron de venir. Carlos decidió que los jueves , que
era día de meditación, no íbamos a consumir alcohol. Los amigos mudaron la
diversión para el sábado.
Todavía éramos un
grupo de amigos. Compartíamos tiempos felices y tiempos difíciles. Un miembro
de la sangha me llamó una vez y me dijo que prendiera la televisión, en un
canal de noticias. Corrí y vi que el hijo de una señora del grupo había sido
asesinado. Ella lo llamaba “Chopra” porque a él le gustaba el Yoga. Chopra se
subió a un taxi en el centro de Lima. Se
había puesto de acuerdo en una tarifa, pero al llegar el chofer no había
entendido bien y estaban a una cuadra. El hombre quería un sol por otra cuadra
y Chopra no quiso. Discutieron y a Chopra el taxista lo acuchilló por un sol.
Corrí a la iglesia
donde era el velorio. Todos fuimos a acompañar a la señora. Era su único hijo.
Pienso que la sangha la ayudó en esos momentos difíciles.
Como dije
anteriormente, nos reunimos para esperar el segundo Milenio en el departamento
de Carlos. Fue como siempre una linda fiesta. Ese mismo año mi hija Stefanie se
casó. La sangha asistió a la boda y brindó conmigo por los novios. Una de las
señoras de la sangha cosía y ella me hizo el vestido.
Nuestra sangha se
comportaba como una familia y durante el año celebrábamos la venida del lama y
el retiro, lo mismo que ocasiones
gozosas como bodas y cumpleaños. Acompañábamos a las personas y les dábamos
fuerza en los momentos tristes. Siempre hacíamos Phowa por los difuntos y lama Ole era de mucha ayuda en esos
momentos. Más adelante cuando nacieron niños, los pequeños budistas fueron
bienvenidos con alegría como Josephine (la hijita de Valerie) y Leo (el hijo de
Alfonso).
Cada nuevo miembro
de la sangha ha traído fuerza o talento para ayudarnos. Ahora tenemos nuestra
contadora, un abogado, un arquitecto paisajista, v un arquitecto etc. Nos hemos
enriquecido con todos.
Para algunas
personas como Javier que era divorciado y después del 2003 vivió en el centro,
la sangha eran como su familia ya que sus dos hijas vivían fuera. Algunos
chicos de la sangha fueron como sus hijos. Así es la sangha Kagyu. Lama Ole
dice que tenemos apego y por eso somos cálidos y gozosos. En el caso de la
Gozangha también hacíamos música y bailábamos bastante.
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