
One
day we took the train to Macchu Picchu. ”What is it but just
stones?”-said Manfred. As we entered the ruins and he saw the
citadel I could see he had changed his mind. The landscape is
breathtaking and one can only contemplate it in amazement. We had a
good-bye party at the house of Gladys, our hostess. The people from
Cuzco were really glad we had come and thankful for the teachings.
Oliver había
empezado un grupo en el Cuzco y lama Ole había hecho Phowa allá junto con
transmisiones de Lopong Tsechu. Algún tiempo después Manfred vino a Lima y
tenía que hablar en el Cuzco. Necesitaban un traductor y yo me ofrecí. Era
1996.
Fuimos recibidos
por el grupo de gente más amistosa y nos alojamos en una casa cerca del aeropuerto. Los
cuzqueños eran grandes practicantes y dos de ellos ya habían terminado el
Ngnondro.
Un día tomamos el
tren a Macchu Picchu. “Eso no es más que un montón de piedras” dijo Manfred. Al
entrar a las ruinas y ver la ciudadela vi que había cambiado de opinión. El
paisaje es sobrecogedor y uno lo contempla con asombro . Tuvimos una fiesta de
despedida en casa de Gladys, nuestra anfitriona. Los practicantes del Cuzco
estuvieron felices que hubiéramos ido y muy agradecidos por las enseñanzas.
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